miércoles, 24 de mayo de 2017

EL RELEVO (Mt.28,16-20) Comentario en versión libre autorizada por el autor.

DGO. DEL RELEVO…  (MT. 28,16-20)
    Atilano comienza el relato confesando que de adolescente no entendía este relato, contado puramente literal, ( como casi siempre ha sido así y no solo en este pasaje, agregamos nosotros ),  ”realmente no me entusiasmaba mucho”  Hoy estos mismos relatos “me enfervorizan,  me dan valor, al mismo tiempo me llenan de responsabilidades”….
  Nosotros en un comentario realizado hace unos días decíamos, la celebración en nuestro caso comienza cuando salimos a la calle Rivera, para otros cuando salen a Inca, a Rossell y Rius,  Volteadores, u Duvimioso Terra,  en el barrio en que  el devenir de nuestra historia personal nos realojó.    Hizo simplemente  está solicitud   Jesús a sus amigos de ayer, hoy y siempre, luego de la resurrección le vemos con los ojos de la fe, el impulso de  de la fe, el calor de la fe, el entusiasmo de la fe,  el resultado es, será,  la medida de cada uno de nosotros en cualquiera de estos temas.

 Él,   ayer, hoy y siempre nos ilumina,  nos marca el surco,  nos convoca;  el resultado nuevamente está en nosotros en nuestra capacidad o no de  ver, encontrar, seguir,  transmitir, con palabras, gestos y obras.  
 Por cómo vemos nuestro entorno, y por más optimistas que queramos ser el panorama  no  nos es muy favorable,  no nos  llamemos  a engaños.
 Qué debemos ser optimistas,!  esperanzadores,   sí, ¡ pero que debemos transpirar mucho más la camiseta también.
 Jesús, no  se  aposenta, no es  emérito, no se jubila luego de la resurrección, sigue empujando la historia,  pero por medio de todos nosotros la inmensa mayoría del pueblo de Dios, los  laicos y la iglesia  “oficial” .   Nos consagra y nos unge como sacramento de su presencia, como mediadores de su mensaje de   paz  y  perdón.
 Por eso necesita de las pequeñas Cebs;  muchas manos para acriciar al que se siente solo y poco querido,  manos para ungir llagas del herido,  manos  y bocas para clamar por los que no tienen voz de justicia y defender al pisoteado,  manos y voz para dar una palabra de consuelo, aliento al deprimido.  ¡Qué  privilegio, en cada prórroga que nos ofrece el Señor; cuando estamos algo caídos, lo pensamos;  no lo olvidemos cuando nos podemos poner de pie ¿verdad?   No nos podemos negar a ser portadores de tanta gratuidad.
Así lo entendió San Francisco..”Señor haz de mí un instrumento de tu paz,  donde haya discordia, trate de  calmar los ánimos, donde haya  tensiones  trate  de poner   amor,  donde los hermanos se ofendan pueda ofrecer perdón…”
 Cuando vemos tareas que nos parezcan  muy pesadas de llevar,  recordemos su  advertencia; “ Recuerden  que estoy con ustedes todos los días “…ANIMO….!!

   

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